Cuba y malla fabricadas en acero al cromo-níquel.
Los líquidos se recogen inmediatamente y son seguros contra incendios en la malla.
Si el líquido se enciende, la llama se apaga de forma autónoma por falta de oxígeno
Resiste el calor y la corrosión.
Los líquidos recogidos se pueden transferir para su eliminación o reutilización
La malla se puede quitar y es fácil de limpiar y reutilizar
No se necesitan alfombrillas de lana de vidrio o acero, por lo que no hay material que desechar
Peso 12 kilos
Nota. Las mallas solo se pueden llenar hasta 2/3 con líquido inflamable. Volumen máximo de recogida aprox. 13 litros